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ALTA.- Todo quedó filmado. Las imágenes son
estremecedoras. La filmación, que dura 2,43 minutos, parece ser una
prueba irrefutable para la Justicia. Cinco policías fueron detenidos
acusados de haber torturado a dos jóvenes detenidos en el patio de una comisaría.
El hecho, que ayer conmovió a todos por Internet,
ocurrió en una seccional de la localidad de General Güemes, situada a 50
kilómetros de esta capital.
Al ver este video, el gobierno provincial pidió a la
Justicia la captura de los policías, que fueron acusados de apremios
ilegales, a quienes calificaron como "delincuentes vestidos de
policías".
Ante el juez de instrucción Formal de Tercera
Nominación, Pablo Farah, el mismo que investiga la muerte de Luján
Peñalva y Yanina Nüesch, las dos jóvenes halladas ahorcadas el lunes
pasado, se negaron a declarar los cinco uniformados que pertenecen a la
División Drogas Peligrosas de General Güemes.
En las imágenes grabadas, se supone por un policía que
se arrepintió y entregó el video a sus superiores, se ve cómo uno de los
policías le coloca a uno de los detenidos una bolsa de nylon en la
cabeza. Acto seguido se observa cómo uno de los acusados se dirige al
preso, que sólo está vestido con un calzoncillo y esposado por la
espalda le habla, como interrogándolo.
Por lo que se puede ver en las grabaciones, el joven
parece negar con la cabeza y le respondió: "Te juró que no sé... te juro
que yo no vi al asesino".
El policía miraba hacia arriba y, no contento con la
respuesta, toma de la nuca al muchacho y ajusta la bolsa de nylon. Casi
le quita la respiración. En ese instante, los gritos del detenido son
desgarradores. Se escuchan gemidos y una súplica del preso: "¡Basta...
la respiración!"
Entonces el policía, con su mano derecha, le tapa totalmente la boca. El
joven se retuerce y parece estar a punto de asfixiarse. El uniformado
lo suelta y le saca la bolsa de nylon. Por un momento pareciera que el
policía, cuyo rostro quedó grabado, se le iba a poner otra vez.
En el mismo momento era torturado el otro detenido, a
pocos metros de distancia, por dos policías vestidos de civil. Ese
muchacho está vestido sólo con un pantalón que le llega a las rodillas.
Está arrodillado y también esposado por la espalda. Un policía lo agarra
de las manos y otro, con un balde rojo, le arroja agua fría en la
cabeza.
La grabación termina cuando un policía coloca ese balde rojo para cargarlo otra vez con agua en una pileta de lavar ropa.
El ministro de Seguridad de Salta, Eduardo Sylvester,
dio una conferencia de prensa para hablar sobre el conmocionante hecho:
"Tras una rápida investigación nos presentamos ante el juez Farah, para
denunciar la existencia del delito cometido por parte de personal
policial".
Según informaron fuentes oficiales, anteanoche, después
de recibir la denuncia, el magistrado ordenó la detención de los cinco
policías.
En la conferencia de prensa, Sylvester sostuvo que el
gobierno provincial "está convencido de que estos hombres no representan
a la fuerza policial salteña". También aclaró que antes de concretar la
denuncia "se investigó y se recolectó la mayor cantidad de elementos
posibles"; y sentenció: "No son policías, son delincuentes".
Según el diario local El Tribuno, el fin de semana
pasado hubo otro caso de violencia policial. Un adolescente de 17 años
denunció que fue detenido por uniformados de la Base Operativa de
Infantería de Barrio Norte Grande e intentaron violarlo, le rompieron el
pantalón y quisieron obligarlo a que les practicara sexo oral a todos.
También habría grabaciones que confirmarían este caso de apremios
ilegales.
Fuente: www.lanacion.com
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